Roy era un pobre predicador que tenia un hermano millonario. U año, el hombre de negocios fue a visitar a su hermano predicador en Chicago y le regalo, un reluciente Packard .
Una mañana se sorprendió, cuando al ir en busca de su Packard, vio a un pilluelo del barrio pobre con la nariz pegada a una de las ventanilla.
En realidad, el niño no estaba haciendo nada sospechoso, sino que curioseaba el interior del auto nuevo con grandes ojos de admiración .
-¡Hola, hijo!- le dijo Roy
El chico lo miró
-Señor ¿este auto es suyo?
-Si, es mio
-¿Cuanto cuesta?
-Bueno, en realidad no se cuanto cuesta.
-¿Usted es dueño de este auto y no sabe cuanto cuesta??
-No,no lo se, porque mi hermano me lo regalo
En ese momento, el chico abrió los ojos aun mas. Se quedo pensando en algo por un instante y después dijo:
-Me gustaría...me gustaría...
Roy creyó saber lo que iba a decir el chico para terminar su frase: "Me gustaría tener u hermano así". Pero no dijo eso. el chico miro a Roy y dijo:
-Me gustaría... me gustaría ser un hermano así.
Eso intrigo al ministro y le dijo:
-Bueno, hijo, ¿te gustaría dar una vuelta?
-¡Claro que si!- el chico respondió de inmediato.
Subieron al auto, salieron del garage y anduvieron por las calles. El chico pasaba la mano por el suave tapizado del asiento, aspiraba el olor del auto nuevo y tocaba el reluciente metal del panel. miro a su nuevo amigo y dijo:
-¿Señor, usted podría... quisiera... llevarme a mi casa? Esta a unas pocas cuadras de aquí.
Otra vez supuso lo que el muchacho quería hacer. Pensó que, probablemente, el chico quería hacer alarde con algunos chicos del barrio cuando lo vieran en ese auto. Bueno, pensó, ¿por que no? Siguiéndolas instrucciones de su joven pasajero, se acerco a un edificio viejo y descuidado.
-Señor- dijo el chico cuando el auto se detuvo enfrente de la puerta-, ¿podria quedarse acá un momento? ¡Vuelvo enseguida!
Roy puso el auto en velocidad neutral mientras el chico desaparecía por las escaleras. Diez minutos después el predicador empezaba a preguntarse donde estaría el chico. Bajo del auto y miro hacia arriba, por las oscuras escaleras. Mientras lo hacia, escucho que alguien bajaba despacio. Lo primero que vio fueron dos piernitas lisiadas. Al instante, se dio cuenta de que el chico estaba cargando en brazos a un chico menor que el , evidentemente era su hermano.
-¿Vez?- le dijo - es como te acabo de decir. Es un auto nuevo. Su hermano se lo regalo y, algún día ¡¡ yo te voy a regalar un auto como este!!
Cuando escuche esta historia, me conmovió la generosidad que un hermano puede tener hacia otro. Pero no fue el regalo del millonario lo que me impresiono, sino el deseo del corazón de un chico pobre. ¿Porque soñaba con una prosperidad imposible?? ¡¡Para gastarla con su hermano!!
"ME GUSTARÍA PODER SER UN HERMANO COMO ESE"
Tomado del libro "Historias de alieno para el corazón de la familia"
de Alice Gray de la editorial Unilit
